martes, 26 de febrero de 2008

Teoría de la Marmita

Referente a este tema resulta extraordinariamente interesante el estudio realizado por el prestigioso y afamado Profesor Richard Heingler, de la Universidad de Texas. El llamado “Efecto de la marmita” resulta enormemente complejo de abordar, puesto que no sigue unas pautas de comportamiento lógicas o periódicas. Baste con poner un breve pero esclarecedor ejemplo. Cuando uno, cualquier día de la semana, estando en un centro de saber, llámese facultad de Filosofía y Letras, llámese cafetería de Filosofía y Letras, y de repente, como si de la nada, surgiese un desfile de bellas muchachas delante de ti. Aparentemente no hay explicación para semejante fenómeno, ¿por qué de repente esas mujeres aparecen por que sí? ¿Por qué a muchas de ellas jamás las viste antes? ¿Dónde están en la facultad? ¿A que clases asisten?, y lo que es aún más intrigante ¿Por qué no aparecen todos los días si no sólo cuando ellas quieren o los dioses nos regalan tan sublimes imágenes?. Efectivamente se le llama Teoría de la Marmita porque se piensa que esas mujeres, en una época anterior a la presente, debieron caerse en la marmita de la belleza, de igual manera que sucedió con el personaje de cómic Obelix.

Pues bien, a todas estas y preguntas y a otras tantas como la de ¿qué fruto da el árbol de la sabiduría? Ha intentando el Profesor Heingler dar una respuesta lógica. Heingler sostiene en una de sus posibles hipótesis que pudiera ser un fenómeno ilusorio, es decir, que las mentes de los jóvenes estudiantes, por un proceso de mero aburrimiento, creen esas imágenes de mujeres exuberantes y bellas como válvula de escape a su hastío. El profesor sostiene además que en función del grado de aburrimiento del sujeto podrá ver incluso manifestaciones diferentes del llamado “Fenómeno de la marmita” o “Efecto marmita”.

Sin embargo, otros pensadores de gran renombre en el panorama de la ciencia y cavilación, como es el caso del presidente de la Confederación Internacional de Pensadores Irreflexivos, Hans Meingler, opina que esa teoría cae por su propio peso y que únicamente las fórmulas matemáticas pueden arrojar una luz a la problemática. Una cosa es cierta y es que estas manifestaciones aparentemente no se ajustan a unos ciclos periódicos por lo que no parecen las matemáticas el medio más útil para dilucidar la cuestión.

Regresando a los estudios de Heingler, hay que señalar que recientemente está llevando un exhaustivo trabajo estadístico donde intenta recoger datos para establecer una secuencia más o menos fiable de los momentos en que este fenómeno aparece. Actualmente el profesor, junto con su equipo de trabajo, sigue estudiando y analizando el fenómeno de lo que se deduce que en breves momentos publicara un nuevo artículo donde expondrá sus conclusiones.
Instamos a todos los interesados en esta teoría, sumamente interesante, que tengan paciencia, pronto los nuevos estudios verán la luz y podremos conocer en mayor profundidad, ojalá sea así, este extraño pero a la vez interesante fenómeno.