Muertes tontas de ayer y hoy - 2

Capítulo segundo: La muerte de Sancho II, historia de una traición

Bien, y hablando de muertes absurdas de la Historia, contribuiré con la explicación de la muerte ridícula, casi grotesca, de un rey, un rey castellano, una muerte ridícula que desde que me la contaron en clase de Historia en el colegio no he podido borrar de la memoria. No es más ni menos que la muerte del monarca castellano Sancho II el Valiente, también conocido como Sancho el Fuerte. Todo comienza cuando tras la muerte de Fernando I, sus dominios son repartidos entre sus hijos mayores, con lo que los territorios de Castilla y León se separan, quedando León en manos de Alfonso VI, Galicia y las tierras del Norte de Portugal en posesión de García y Castilla en poder de Sancho II. Además, por el reparto de estos territorios a cada uno de los hermanos se les atribuye diferentes Taifas, Sancho las de Zaragoza, Alfonso las de Toledo y García las de Badajoz y Sevilla.

Poco después surgirán disputas entre ellos y Sancho y Alfonso desearán reunificar de nuevo los territorios, de este modo, Sancho se apodera de Galicia y encarcela a García. Alfonso también será víctima de las apetencias territoriales de Sancho, y al igual que su hermano, será puesto preso pese a que posteriormente se refugiará en Toledo Como consecuencia de estos hechos, Sancho se convierte en dueño y señor de todos los territorios. Por otro lado, la otra hermana de ambos, Urraca, a quien tenía a Alfonso por preferido, le ayudó a escapar de la cárcel, despertando la irá y deseos de venganza de Sancho. Por ello decidió tomar Zamora, ciudad entregada a Urraca tras la muerte de Fernando I.

Bien, hasta aquí una breve exposición de su biografía y hechos más señalados, vayamos al relato de cómo falleció este monarca castellano. Su muerte sucedió en 1072, en el cerco de Zamora, ciudad bajo el señorío de su otra hermana Urraca, como ya hemos explicado anteriormente. Allí la oposición de la nobleza leonesa se mostraba intratable para defenderse de los ataques de Sancho. Y fue en el cerco de Zamora donde Sancho falleció a consecuencia de una vil felonía. Sancho II fue traicionado por Bellido Dolfos, un noble leonés, personaje que pasará a la historia por cometer uno de los regicidios más llamativos de la Historia. Bellido Todo sucedió cuando Bellido Dolfos acudió a Zamora y concertó una cita con el monarca Sancho, asegurándole que desertaría del bando de Urraca y que encantado le mostraría los puntos más débiles de la muralla para que pudiese entrar con su ejército y tomar fácilmente la ciudad. El rey, inocente y crédulo de las palabras de Bellido Dolfos accedió a que el noble leonés le mostrase los puntos franqueables de la muralla zamorana. Cuenta la historia, que sintiendo necesidades el rey, se apartó, se puso en cuclillas para hacer de vientre, y en un “descuido” del rey, Bellido no se lo pensó dos veces y descargó su ira contra aquel monarca que con tan poca honra fallecería al poco tiempo, víctima de una estocada. Parece ser que este magnicidio fue ordenado por Urraca, aunque existen dudas sobre la veracidad de este hecho.

Finalmente en 1072 Alfonso es proclamado rey de Castilla y León, y será el rey que lleve a cabo una gran expansión con la conquista de Toledo, por ejemplo.

Y hasta aquí una muerte ridícula más, esta es lo que yo llamaría…una muerte de mierda. Morirte haciendo tus necesidades. Realmente no sé si forma parte de la leyenda o fue real, pero sin lugar a duda siempre me ha llamado la atención este episodio de la Historia Medieval española, en donde un rey fallece relajándose tranquilamente mientras planea tomar la ciudad de Zamora.

Quizás fue la falta de pudor y de compostura lo que llevó a Sancho acabar como acabó, siendo protagonista de una muerte ridícula.